¿Qué hace que las personas se comporten de una manera determinada? ¿Son las personas, en general, conscientes de lo que hacen, o su conducta se debe a motivos ocultos e inconscientes? ¿Son algunas personas por naturaleza buenas y otras malas, o tienen el potencial de serlo? ¿Es el comportamiento humano en gran medida producto de la naturaleza o está determinado por factores del entorno? ¿Podemos elegir libremente la manera de moldear nuestra personalidad o dependemos de fuerzas que escapan a nuestro control? ¿Cuál es la mejor manera de describir a las personas: estudiar las semejanzas entre ellas, o es precisamente la singularidad la característica dominante de los humanos? ¿Por qué algunas personas sufren trastornos de la personalidad, mientras otras parecen avanzar hacia el equilibrio psicológico?
Estas preguntas han sido planteadas y debatidas por filósofos, especialistas y religiosos durante varios milenios, pero casi todos estos debates se basaban en opiniones personales afectadas por consideraciones políticas, económicas, religiosas y sociales. A finales del siglo xix, la humanidad empezó a avanzar en su capacidad de organizar, explicar y predecir sus propios actos. La aparición de la psicología como estudio científico del comportamiento humano marcó el nacimiento de un enfoque más sistemático en el estudio de la personalidad humana.
Los primeros teóricos de la personalidad, como Sigmund Freud, Alfred Adler y Carl Jung, se basaron sobre todo en observaciones clínicas para construir sus modelos sobre el comportamiento humano. Aunque sus datos eran más sistemáticos y fiables que los de otros observadores anteriores a ellos, estos teóricos siguieron utilizando sus puntos de vista personales y, por ello, crearon conceptos muy diferentes sobre la naturaleza de la humanidad.
Los teóricos de la personalidad posteriores empezaron a utilizar métodos empíricos para estudiar la conducta humana; creaban modelos provisionales, comprobaban sus hipótesis y, a continuación, reformulaban los modelos. En otras palabras, aplicaban las herramientas de la investigación y las teorías científicas al estudio de la personalidad. Obviamente, la ciencia no está exenta de especulación, imaginación y creatividad que, por otro lado, son necesarias para la formulación de teorías. Cada uno de los teóricos de la personalidad estudiados en este libro construyó una teoría basada tanto en observaciones empíricas como en especulación imaginativa.
Además, cada una de ellas es un reflejo de la personalidad de su creador.
Por tanto, las diferentes teorías analizadas en el libro que estudiandopsicologia.info te presenta son un reflejo del origen, las experiencias familiares, los estudios y la experiencia profesional de sus creadores.
Teorías de la personalidad resalta los rasgos sólidos y únicos de ediciones anteriores, como las perspectivas generales que aparecen casi al inicio de cada capítulo, un estilo ameno, los estimulantes conceptos de humanidad desde la perspectiva de cada uno de los teóricos y las evaluaciones estructuradas de cada teoría.
Existen lecturas sugeridas y comentadas en línea en el sitio web del libro en https://www.mheducation.com
para facilitar la investigación en línea. Al igual que en ediciones previas, la octava edición se basa en las fuentes originales y en la formulación más reciente de cada teoría.
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