Imagine que es usted terapeuta en las siguientes cuatro situaciones. Intente ver, oír y sentir lo que le está sucediendo.
Un joven de 14 años, acusado de provocar un incendio en el domicilio familiar acude a usted de modo insolente. Ha sido enviado por el juez. El se sienta, cruza sus brazos y piernas y mira al techo. No responde a su saludo inicial.
Una niña de 8 años acude a usted y no puede aguantar las lágrimas y los sollozos. Después de un rato ella manifiesta lo confundida y desolada que se encuentra. Según sigue hablando casi sin interrupción, usted descubre que durante el último año han fallecido tres parientes y amigos muy cercanos y que sus padres se han divorciado. Casi no tiene tiempo para expresar todos sus pensamientos.
Un adulto mayor, jubilado en la actualidad, se presenta a su puerta. El se mueve con lentitud con los hombros levemente caídos. Su cara expresa resignación y desánimo y también un poquito de orgullo. El se dirige a usted de forma vacilante y con voz suave y lenta. Parece tener dificultades para concentrarse y no puede recordar siempre lo que le está diciendo usted.
Una mujer de mediana edad acude a usted. Su marido la ha acompañado hasta su consulta. Ella tiene tanto miedo de salir de casa que no se atreve a conducir. Mientras conversa con ella descubre que durante el último año se ha confinado casi exclusivamente a su casa como consecuencia de unos ataques incapacitantes de ansiedad. Su esposo ha rechazado una buena oferta de trabajo para evitar que ella deba trasladarse a un entorno diferente.
Ahora trate de procesar con exactitud cómo se imagina asistiendo o aconsejando a cada uno de estos cuatro clientes. ¿Cómo se sentía? ¿Qué pensamientos pasaban por su mente? ¿Cómo se veía y escuchaba a usted mismo mientras respondía? ¿De qué aspectos sobre usted mismo era consciente que le ayudaron o le dificultaron durante la interacción? ¿Qué destrezas utilizó para manejar al cliente? ¿Qué otras destrezas hubiera necesitado? ¿Qué observó en el cliente y cómo afectaron estas observaciones sobre su respuesta? ¿Cómo sabía si lo que estaba haciendo era útil?
Aunque pueda ser difícil para usted responder a este tipo de preguntas ahora, probablemente le resultará más fácil en la medida que avance en el libro que estudiandopsicologia.info te presenta.
PROPÓSITOS DEL LIBRO Estrategias de entrevista para terapeutas. WILLIAM H. CORMIER y L. SHERILYN CORMIER
Esperamos que en esta obra encuentre experiencias prácticas que favorezcan su crecimiento personal, el desarrollo de destrezas para la práctica del consejo y le proporcione modos de evaluar su propia efectividad.
De las tres áreas, el crecimiento personal es la más difícil de definir. Aunque esta obra no se centre en el autodesarrollo usted puede probar la autoexploración según vaya avanzando en el libro, particularmente en los capítulos segundo y tercero.
También le aconsejamos que pruebe experiencias adicionales para que pueda obtener feedback sobre usted mismo, sus puntos fuertes y algunas conductas que interfieren sobre el consejo. Estas experiencias pueden consistir en actividades individuales o de clases y feedback, grupos de crecimiento y terapia personal. Repetidamente se ha demostrado que la atención, empatía y la estimación positiva del consultor pueden contribuir al cambio del cliente.
Creemos que cuando usted compruebe la influencia de estas condiciones relacionales, mejorará su forma de ejecutar las destrezas y estrategias presentadas en este libro.
La obra plantea dos propósitos específicos. En primer lugar, puede ayudarle a adquirir un repertorio de destrezas y estrategias para entrevistas terapéuticas. El libro se centra en las destrezas y estrategias de entrevista que se utilizan en las relaciones terapéuticas.
Está dirigido (aunque no de modo restrictivo) a las destrezas aplicadas en la relación diádica terapeuta/cliente.
Aunque algunas de las destrezas y estrategias pueden ser utilizadas adecuadamente en situaciones de grupo, en intervenciones en organizaciones o en terapia marital o familiar, el principal foco de este libro es la aplicación individual de estas destrezas.
En los primeros seis capítulos de este libro se presentan las denominadas «destrezas básicas». Estas incluyen las condiciones relacionales, la conducta no verbal y las respuestas verbales que son útiles para los profesionales de diversas orientaciones teóricas.
En los capítulos restantes, refleja un marco cognitivo-conductual. Las estrategias de intervención disponen de bases de datos que las fundamentan, aunque la mayoría de los estudios de investigación son de carácter análogo (esto es, realizados en entornos terapéuticos simulados) y los resultados pueden no ser siempre generalizares a la situación actual.
Además del «sabor» cognitivo-conductual de las estrategias, a lo largo del libro se mencionan frecuentemente referencias a destrezas y estrategias basadas en otras orientaciones teóricas. Esto es debido a que las terapias cognitivo-conductuales son cada vez más variadas en su naturaleza y centro de atención (Goldfried, 1982) y también porque es recomendable dominar más de un enfoque para trabajar con los diversos problemas de los clientes.
El segundo propósito es facilitarle la identificación de la posible aplicabilidad de muchas estrategias de intervención en base a los problemas que presentan los clientes.
Como señalaron Krumboltz y Thoresen (1976) existe una variedad de métodos terapéuticos útiles para las diferentes áreas de problemas. Esperamos que cuando concluya el libro, sea usted capaz de seleccionar y utilizar estrategias terapéuticas apropiadas al enfrentarse a un cliente depresivo, a un cliente ansioso, a un cliente no asertivo, etc.
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