El libro "Mujeres: la sexualidad secreta", desde su lanzamiento ha sorprendido no sólo por su éxito editorial, sino que se ha hecho presente cotidianamente en los debates
acerca de la sexualidad en todos los medios de comunicación. Ello probablemente
demuestra, al menos, dos elementos relevantes a discutir: la calidad misma del texto y el
lugar que éste ocupa en el discurso social.
Respecto de la calidad del texto, éste tiene varios méritos no siempre habituales. Estos
son que se encuentra escrito en un lenguaje accesible y que entrega orientaciones sin ser
un manual. El texto no aspira a fundar una discusión sobre la sexualidad, sino más bien
develar su inexistencia. Por ello se ocupa de mitos y prejuicios en torno a la sexualidad
femenina, y de paso, cuestiona la noción tradicional de la sexualidad masculina. Si bien
el texto recalca una postura acerca del "olvido" de la sexualidad femenina, propone un
lugar de esa sexualidad en la pareja inscrito en el diálogo y la confrontación, pero por sobretodo que va al rescate del goce femenino. Por ello, este libro más que referirse a
las "disfunciones sexuales", las interroga, cuestiona, reivindicando la diferencia de
género, y restituyendo el lugar del deseo.
El texto matiza la experiencia clínica con viñetas de psicoterapia y con investigaciones,
en su mayoría de Norteamérica. La ausencia de investigaciones nacionales aparece
como una debilidad del texto, porque si bien no son tan numerosas, existen como
esfuerzos serios de diversas universidades y ONGs. En esas investigaciones se explora
un aspecto no contemplado en el texto como son los matices generacionales,
socioculturales y algunos de género de la vivencia y práctica de la sexualidad. La
omisión de referencia a esta literatura en algunos pasajes del libro, redunda en una
cierta caricaturización de "una" sexualidad, restándole la diversidad de su práctica, y a
momentos estereotipando sobre todo la sexualidad masculina. No por esto, en todo
caso, se puede hacer una crítica aguda, ya que el texto no se arroga dar cuenta de “la”
sexualidad en Chile.
En términos del discurso social, sin duda constituye un aporte como texto de difusión y
discusión sobre la sexualidad femenina, como parte de temas relevantes para la
modernización y apertura de nuestra sociedad. Muestra el enorme interés por saber,
leer, discutir sobre la sexualidad. Esto ya se visualizaba en programas de televisión con
panelistas donde nuestros -en rigor nuestras- colegas se abren a las interrogantes de la
audiencia, y socializan conocimientos que van más allá de la anatomía genital. También
las investigaciones sobre sexualidad y género, que dan cuenta de la necesidad de sacar a
la sexualidad de un lugar escondido e innombrable. En este sentido, el libro logra un
abordaje serio, interesante, cuestionador, y provocativo que invita a leerlo y
comentarlo.
Qué fácil ha sido ignorar la sexualidad femenina durante siglos! Razones sobran. La más obvia es, sin duda, la biológica: a diferencia de los genitales masculinos, los femeninos están ocultos, y bien ocultos. Así se inicia esta obra imprescindible, un acercamiento abierto y sin prejuicios a la sexualidad femenina, en la que la psicoterapeuta Eugenia Weinstein y la periodista Patricia Politzer se unen para derribar los tabúes a los que todavía estamos acostumbrados: conceptos como frigidez, multiorgasmo, la falta de deseo, el ojo erótico del hombre y el oído afrodisíaco de la mujer, entre otros, son abordados con gran conocimiento y naturalidad.
Mujeres: la sexualidad secreta -un éxito editorial con miles de ejemplares vendidos- es una lectura indispensable para jóvenes y adultos de todos los géneros que buscan entender el mundo íntimo de la mujer sin ambigüedades ni eufemismos.
Para descargar este libro en formato PDF da clic en este enlace.
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