Entre 1959 y 1990 coexisten diferentes escuelas de psicología y psicoanálisis: el
psicoanálisis freudiano, frommiano, freudomarxista y lacaniano; escuelas cognoscitivas
(europeas) tradicionales, como la de Piaget; la psicología cognoscitiva
estadounidense, el conductismo, el gestaltismo redescubierto y la psicología humanista
deRogers. Sin embargo, el trabajo de las escuelas se concentra en las universidades,
en la formación profesional.
Conductismo
El conductismo es una corriente dentro de la psicología que posee otro enfoque
del psiquismo humano, pues considera que lo que le compete es la conducta humana
observable y rechaza que se tenga que ocupar de la consciencia.
Su fundamento teórico está basado en las relaciones estímulo--respuesta, siendo
ésta el resultado de la interacción entre el organismo que recibe el estímulo
y el medio ambiente.
Para los llamados conductistas (o, como se les conoce en varios países sudamericanos,
behavioristas), la conducta es el objeto de estudio de la psicología y
su instrumento de investigación es la metodología operante.
La investigación con
animales se considera correcta para la comprensión del comportamiento del
hombre, en el sentido de que los conceptos y las leyes encontradas en el laboratorio pueden extrapolarse a los seres humanos.
La modificación de conducta es el
lado aplicado de la psicología experimental; por esta razón, se organizan al mismo
tiempo laboratorios de investigación y centros de modificación de conducta
(clínicas psicológicas)mutuamente vinculados.
Los psicólogos conductistas deben
dominar los principios de la modificación de conducta para ser capaces de
resolver problemas en los diferentes campos en que incide la psicología: educación
y desarrollo infantil, educación especial, ámbito social, problemas clínicos
y área de la salud, entorno laboral, etcétera. Esta lógica regula la enseñanza, la
investigación y la práctica para los conductistas.
En lo que respecta a las aportaciones que este modelo hace a la psicopatología,
cabe decir que para el conductismo los síntomas no son expresiones de una enfermedad
sino que son la enfermedad misma, siendo éstos el tema central de su análisis.
Así, la conducta normal, al igual que la patológica, quedan explicadas con base
en estos principios tratándose el comportamiento normal de un buen aprendizaje
y la enfermedad de un mal aprendizaje. Por tanto, la desaparición de las conductas
anormales sería equivalente a la curación.
Entre 1995 y 1996 la División de Psicología Clínica de la American Psychological
Association llevó a cabo una investigación para evaluar la eficacia de diversos
tratamientos para diferentes trastornos mentales, encontrándose en lugar preferencial
los conductuales y los cognitivo--conductuales.
En México, los planes de estudios de la ENEP Iztacala y la FES Zaragoza, ambas
de la UNAM, son básicamente conductistas y cognitivo--conductistas.
Teoría cognitivo--conductual
“La terapia cognitivo--conductual es un modelo de tratamiento psicoeducativo,
a corto plazo, activo, directivo, estructurado y dinámico que plantea una nueva
manera de conceptuar la psicoterapia, de cómo los diversos factores en los que
se desenvuelve el hombre interactúan para dar paso a un estilo de vida.”
La teoría cognitivo--conductual sigue un modelo a--b--c--d, en que a) pensamientos,
b) emociones, c) conductas y d) contingencias se hallan vinculados; por
tanto, para corregir las conductas desadaptativas, distorsiones cognoscitivas y los
errores habituales y específicos, la terapia de este tipo utiliza una mezcla de técnicas
de modificación de conducta y de procedimientos verbales.
Estas técnicas están
diseñadas para ayudar al paciente en la identificación de pensamientos irracionales
y sustituirlos por otros más realistas y adaptativos, con la consecuente
disminución o desaparición de las conductas inadecuadas.
La terapia cognitivo--conductual se propone:
1. Que el paciente distinga entre la realidad y la percepción de la misma.
2. Esta percepción de la realidad, toda vez que es aprendida, está sujeta a las
leyes de modificación conductual.
El paradigma de la psicología cognitiva (y las terapias cognitivas) consiste en el
principio de la mediación cognitiva.
De esta manera, sin desconocer el enfoque médico--biológico de los trastornos,
este modelo psicoterapéutico aporta al proceso de cambio el concepto de reaprendizaje.
La terapia cognitivo--conductual ha probado su eficacia en el tratamiento de
trastornos como depresión, adicciones, ansiedad, agorafobia, fobia social, disfunciones
sexuales, etcétera.
Este tipo de terapia es breve, se centra en el “aquí y ahora”, va directamente
a la resolución del problema, el paciente y el terapeuta colaboran activamente y
por igual en el proceso, logra modificaciones importantes y perdurables y —de
manera importante— es una terapia didáctica, lo que faculta al paciente para enfrentar
otros problemas que pudieran presentársele en el futuro.
Humanismo
El Humanismo puede definirse como el estudio del organismo humano y sus relaciones
dentro de un contexto único. Esta corriente se centra en las relaciones interpersonales
y su objetivo es pasar de la psicología clínica a la psicología social
aplicada.
Esta corriente, llamada también enfoque centrado en la persona, parte de las
enseñanzas de C. R. Rogers y su “terapia centrada en el cliente”.
Desde su perspectiva, los psicólogos humanistas consideran que se encuentran
como tercera fuerza entre el psicoanálisis y el conductismo (Mainou, 1980).
En México, la carrera de psicología que se imparte en la Universidad Iberoamericana
(UIA), el Instituto Tecnológico de Sonora (ITSON) y la Universidad
de Coahuila es eminentemente humanista.
Psicoanálisis
Surge dentro de la tradición médica y de la noción de enfermedad mental del siglo
XIX. Aunque pudiera resultar sorprendente, podría afirmarse que, en sentido estricto,
el psicoanálisis no es psicología.
Las teorías psicoanalíticas fueron inicialmente
propuestas por eminentes pensadores con una sólida formación para la época,
como el psiquiatra--neurólogo Sigmund Freud. Sus contribuciones e influencia,
con conceptos como inconsciente, represión, superyó, mecanismos de defensa,
etcétera, son evidentes en el pensamiento moderno en general y, en particular, en
psiquiatría y otras disciplinas sociales y humanistas.
Dos citas pueden ser bastante ilustrativas; la primera es de Freud: “
La experiencia nos ha enseñado que la terapia psicoanalítica, al librar a alguien de sus síntomas neuróticos, inhibiciones y anomalías de carácter, es una cuestión que lleva tiempo”. Ésta es la frase inicial de su trabajo “Análisis terminable e interminable” (Freud, 1937).
La otra cita es de Melanie Klein, otra importante psicoanalista:
“La base de la salud mental es una personalidad bien integrada”. La cita continúa enunciando algunos elementos de una personalidad tal, y dice: “Madurez emocional, fuerza de carácter, capacidad de manejar emociones conflictivas, equilibrio entre la vida interior y la adaptación a la realidad y una fusión exitosa entre las distintas partes de la personalidad”.
Ésta es la primera frase de un breve trabajo que se llama “Sobre la salud mental”,
que estaba en prensa en 1960, cuando Melanie Klein murió.
Ambas citas,
de algún modo, contienen algunos de los criterios de curación y objetivos terapéuticos
psicoanalíticos.
Según Munroe (1955), los psicoanalistas suelen aceptar las siguientes premisas:
1. La vida psíquica está determinada.
2. El inconsciente desempeña un papel predominante en la determinación de
la conducta del hombre.
3. Los conceptos explicativos más importantes son dinámicos (motivacionales).
Muchas manifestaciones conductuales diferentes se pueden explicar
por un único concepto motivacional subyacente.
4. La historia del organismo es de extrema importancia en la determinación
de la conducta presente.
Hay una estrecha relación entre la noción de enfermedad y curación y el tipo de
hipótesis que se hacen acerca del aparato psíquico, su génesis, su evolución, así
como con las nociones acerca de las distintas patologías que pueden ser abordadas
terapéuticamente por el psicoanálisis.
Gestaltismo
La teoría de la gestalt nació gracias a los trabajos de Völker en arañas, Köhler en
monos, Koffka en gatos y Lewin en relaciones humanas. Todos estos investigadores
llegaron a conclusiones parecidas; entre ellas la más importante era que la
psique parecía aprehender el mundo por la estructura (gestalt) que activamente
construía y no por la pasiva suma de estímulos aislados.
La escuela de la gestalt, desarrollada a principios del siglo XX en Alemania
por psicólogos como Wertheimer, Koffka y Köhler, es una de las orientaciones
explícitamente científicas dentro de la psicología. Sus investigaciones acerca de
la percepción visual, del pensamiento y la solución de problemas son ineludibles
en cualquier libro de texto de psicología. Sin embargo, las terapias gestálticas están
alejadas de estos fundamentos.
Para la gestalt la respuesta a muchos de los conflictos está en la integración de
los opuestos. Los conflictos se dan porque no tenemos la consciencia del Todo
ya que lo separamos en Día--Noche, Paciente--Terapeuta, Mente--Cuerpo. Integrar
es comprender que no hay día sin noche, maestro sin alumno ni despedida
sin un encuentro.
En gestalt, cuerpo y mente no se ven como entes separados, sino
que son uno, y así igualmente las funciones sensoriomotrices, logrando de esta
forma la integración de la persona. Ésta no tiene un cuerpo sino que se asume
como su cuerpo. Las técnicas gestálticas están ahí para evocar la comprensión de
uno mismo y del mundo como el proceso del aquí y ahora.
La psicoterapia gestalt es holista, es decir, atiende la existencia total del individuo
sin perderse en cada síntoma, e incluye el campo o ambiente afectándolo y siendo afectado por éste.
En un sentido general, se llama psicología experimental a aquélla que utiliza la
observación y la experimentación para extraer las leyes de los procesos mentales
y de la conducta.
Ya que el uso del método experimental garantiza una práctica
científica, la parte más científica de la psicología se identifica, precisamente, con
la psicología experimental.
De este modo, el experimento encuentra aplicación en distintos fenómenos de
la vida anímica y la psicología se convierte en partícipe de la investigación experimental.
Suele señalarse a W.Wundt como el fundador de este enfoque al crear el primer
laboratorio de psicología experimental en Leipzig en 1876.
Las cuatro reglas
establecidas por Wundt para acreditar la calidad científica de un experimento
son:
1. El experimentador ha de poder fijar el instante en que comienza el proceso
que se quiere observar; así puede estar preparado para observarlo con precisión.
2. Debe captar y seguir el curso de los fenómenos en estado de atención intensa.
3. Ha de poder repetir la observación en las mismas condiciones para su comprobación,
y puede describir estas condiciones, haciendo factible que
otros experimentadores puedan repetirla y lograr una comprobación independiente
de sus resultados.
4. Puede variar las condiciones de una manera sistemática y anotar las diferencias
en los resultados (Woodworth, 1964).
La psicología experimental a menudo aborda de manera por demás exitosa temas
como sensación, percepción, atención, memoria, pensamiento, lenguaje y aprendizaje,
entre otros.
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