Ha terminado la relación pero ahora, sientes un dolor insoportable, como si un familiar ha muerto, y en efecto, así ha sido, la relación ha fallecido y tú aún no lo aceptas, no lo procesas, no lo entiendes. Estas sufriendo un duelo.
¿ Qué es el duelo amoroso ?
A lo largo de la historia, diferentes autores han aportado definiciones al
concepto de duelo.
- Freud (1917) definió el duelo como una reacción a la pérdida de un ser
amado o de una abstracción equivalente: la patria, la libertad, el ideal, entre otros.
- Ramsay (1977) definió el duelo como un estado de estrés postraumático con evitación de estímulos internos y externos que puedan recordar la
pérdida.
Siguiendo estas definiciones, el duelo amoroso es un proceso de ajuste emocional después de la ruptura, durante el cual diversas emociones compiten entre sí, entre las que tenemos la negación, nos negamos a aceptar que todo haya acabado, nos angustiamos pensando en que la otra persona aparecerá diciendo que todo fue un error, necesitas volver a esa otra realidad cuando la relación no había muerto.
En ocasiones se experomenta la culpa, ¡Hubiera hecho más!, la incertidumbre: ¡¿Cómo enfrentaré la vida de aquí en adelante?!
exagerada de comida.
Rozzana Sánchez Aragón, investigadora de la Facultad de Psicología de la UNAM, realizó un estudio con 833 personas, 396 mujeres y 437 hombres, mayores de 17 años en el cual concluyó que las etapas del duelo amoroso tienen similitudes a las observadas en el duelo por muerte, ya que los individuos presentan en ambas situaciones ira, negación, depresión y seudoaceptación.
También observó que los individuos manejan de manera diferente su duelo, dependiendo de la situación que llevó a término la relación de pareja. De acuerdo con el estudio, la infidelidad fue la principal causa del rompimiento. Quienes terminaron su relación por este motivo tienden a la seudoaceptación, el desaliento, y dejan de lado la negociación. Esto indica que cada condición define el proceso de duelo que vivirá una persona.
Perdida afectiva
Las pérdidas por rupturas amorosas pueden llegar a causar crisis en las vidas
de las personas, afectando fuertemente a los valores y creencias, provocando
pérdida de la autoestima, disminución del rendimiento laboral y sensación de vacío.
Las relaciones de pareja corresponden a una de las relaciones más intensas
que se pueden establecer entre seres humanos, vínculo de mayor significación fuera
de la familia de origen (Maureira, 2011). Se abre en ellas un espacio de vinculación
en el cual los demás quedan excluidos; así, perder a una pareja es perder una
fuente de seguridad, un sostén. De modo similar, la amenaza de pérdida despierta
ansiedad, y la pérdida efectiva ocasiona pena y tristeza (Bowlby, 1969).
Considerando entonces que la ruptura de pareja es un estresor relevante en
la vida de un ser humano, podemos suponer que la persona puede percibir que
dicha situación sobrepasa sus propios recursos y atenta contra su bienestar
personal (Lazarus y Folkman, 1986).
Las estrategias de afrontamiento son una forma particular de hacer frente a
una situación estresante de acuerdo a las circunstancias, y se pueden clasificar en:
centradas en el problema, donde el sujeto intenta cambiar el medio o el problema
con el objetivo de disminuir la amenaza, modificando o eliminando sus factores; y
centradas en la emoción, donde el sujeto se esfuerza por regular sus emociones que
derivan de la situación, considerando que no es posible modificarla. Lazarus y
Folkman señalan que las estrategias centradas en el problema son más efectivas en
las relaciones pues confieren un sentido de autoeficacia para retos futuros.
¿Cómo superar el duelo amoroso?
Leick y Davidsen-Nielsen (1991) proponen un modelo de tareas
que deben ser completadas en estos casos para una correcta adaptación. El modelo
consiste en cuatro tareas que no necesariamente deben completarse en un orden
específico, éstas son:
1) Reconocer la pérdida como un hecho.
2) Expresar y liberar las emociones y el dolor relacionados con la pérdida.
3) Reconstruir una nueva realidad, desarrollando atribuciones y nuevas
habilidades para futuros problemas.
4) Dejar de crear expectativas de reconciliación con la pareja perdida e invertir
en nuevas interacciones y relaciones.
Libro recomendado: Ya te dije adiós, ahora como te olvido.
En este libro encontrarás una guía práctica que te permitirá superar la pérdida afectiva dignamente. Leerlo no eliminará el dolor que necesariamente debes sentir para salir adelante, pero lo hará más comprensivo y llevadero: lo transformará en un sufrimiento útil.
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